La Bacteria responsable de la Brucellosis engaña al sistema inmunológico

Investigadores argentinosDescubren cómo la brucelosis engaña al sistema inmunológico
Un gen de la bacteria apaga las defensas
Cada año, en la Argentina, la brucelosis causa pérdidas por 60 millones de dólares, al inducir abortos en el ganado bovino. La misma enfermedad que afecta a vacas, cerdos y cabras se transmite a las personas durante la faena de animales infectados o el consumo de productos lácteos sin pasteurizar, contaminados con la bacteria Brucella.
Científicos del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la Universidad de San Martín (Unsam) han descubierto cómo hace la bacteria que causa la brucelosis para evadir las defensas de animales y seres humanos, y permanecer escondidas en el interior de las mismas células del sistema inmunológico.
"Hemos descubierto cuál es el gen que permite que la bacteria Brucella abortus apague el sistema inmunológico de su huésped, induciendo una inmunosupresión transitoria", dijo a LA NACION el doctor Rodolfo Ugalde, investigador superior del Conicet que lidera el grupo de microbiología del citado instituto.
El doctor Ugalde -junto a sus colegas Juan Manuel Spera, Juan Ugalde, Diego Comerci y Juan Mucci- acaba de publicar sus hallazgos en la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences. Allí señala a una proteína llamada prolin racemasa como la culpable de apagar transitoriamente las defensas del organismo huésped; esto permite que la bacteria se multiplique en el interior de las células del sistema inmunológico.
El hallazgo no sólo constituye un avance en el conocimiento de la brucelosis, en dirección al desarrollo de una vacuna para los seres humanos. "El gen que produce esa misma proteína ha sido descripto en el Trypanosoma cruzi, el parásito que causa la enfermedad de Chagas", comentó Ugalde. Al igual que la Brucella, el tripanosoma también es capaz de salir airoso del ataque del sistema inmunológico.
Algo más que una gripe
En su fase aguda, la brucelosis se manifiesta a través de síntomas similares a los de una gripe: fiebre durante las noches, que sube y baja. Durante esta fase, la infección puede ser controlada (no en todos los casos) a través del uso de antibióticos. La desaparición de esos síntomas señala el paso a la fase crónica, que carece de tratamiento y que puede dar lugar a graves problemas de salud: meningitis, problemas cardíacos, daño hepático, entre otros.
"La afección dependerá del órgano donde se esconda y se multiplique la bacteria -explicó el doctor Ugalde-. Sucede que, después de mucho tiempo, el sistema inmunológico comienza a reaccionar contra la bacteria, lo que genera las lesiones características de la brucelosis."
Para el investigador, "conocer los mecanismos de inmunosupresión transitoria que permiten el establecimiento crónico de la enfermedad refuerza la necesidad de una detección y un tratamiento temprano de la enfermedad".
Por otro lado, Ugalde no descarta la posibilidad de que la proteína prolin racemasa sea utilizada en un futuro como un medicamento inmunosupresor. "Sería interesante aprovechar la lección de cómo estas bacterias han aprendido a manipular el sistema inmunológico de sus huéspedes", concluyó el investigador.
Sebastián A. Ríos
http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=851367
LA NACION 21.10.2006 Página 22 Ciencia/Salud

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