Las mascotas, reservorios del Chagas

Lo demuestra un reciente estudio de científicos argentinos y norteamericanos

Cuando perros y gatos están infectados con el parásito, crecen las probabilidades de contagio
Pobreza crónica. Un rancho de paredes de barro, techo de paja y piso de tierra es el hogar de miles de argentinos, que no están solos. Suelen estar rodeados de abundantes riesgos, algunos impensables, escondidos en sus propias mascotas.
"La gente que vive en casas con vinchucas, y con perros o gatos infectados con el parásito causante del Mal de Chagas tiene más alta probabilidad de contagiarse que aquella que habita con el insecto y sin mascotas infectadas. Esto ocurre en Santiago del Estero, Chaco, Formosa, algunas zonas de Salta y otras provincias vecinas que tienen un mismo patrón de vivienda, de pobreza rural y de cohabitación con los animales domésticos", afirma el doctor Ricardo Gürtler, director del Laboratorio de Ecoepidemiología del Departamento de Ecología, Genética y Evolución de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigador del Conicet.
Desde hace veinte años no pierde de vista la enfermedad de Chagas, causada por el Trypanosoma cruzi , un parásito que puede ser transmitido por vinchucas al hombre y generar severos trastornos en el corazón, el aparato digestivo y el sistema nervioso.
¿Por qué son factores de riesgo los perros y gatos? "Número uno, porque se infectan muy fácilmente. Dos, porque mantienen el parásito en la sangre durante mucho tiempo. Y tres, como están en estrecho contacto con las vinchucas, éstas se alimentan frecuentemente de ellos, se infectan y, a su vez, después infectan al hombre", enumera el especialista. Este círculo vicioso convierte a los perros y gatos en un verdadero reservorio del parásito y arroja un resultado inquietante: "Observamos que cuanto mayor es la cercanía física del animal con la gente, con la vivienda y, por ende, con las vinchucas allí alojadas, mayores son la tasa de transmisión y el riesgo de infectarse de la población", destaca.
Si bien el perro es sólo una de las 180 especies de mamíferos que se infectan por el parásito causante del Chagas, su presencia suele dejar importantes marcas, según un estudio en el norte argentino. "Los perros contribuyeron casi tres veces más que los gatos a la transmisión doméstica de T. cruzi , y ambos contrajeron la infección unas 10 veces más rápido que los niños con los que cohabitaban", indica un estudio de Gürtler en conjunto con especialistas del Instituto Nacional de Parasitología Dr. Mario Fatala Chaben y de las universidades de Rockefeller, Columbia e Illinois, publicado recientemente en la revista Parasitology, en Cambridge.
Una de las novedades de este trabajo es que ha establecido que los gatos infectados aumentan la transmisión doméstica del parásito y, por ende, también son un importante factor de riesgo. "Sobre este punto existía una controversia de larga data; para algunos investigadores los gatos sólo eran portadores accidentales del parásito y no infectarían a las vinchucas, con lo cual no cerraban el ciclo de transmisión. La evidencia obtenida indica que -aunque los perros son más importantes- los gatos infectados contribuyen a la transmisión unas cinco veces más que las personas infectadas."
Cada tres personas, dos perros
El panorama se complica aún más porque suele haber muchos animales por vivienda. "Cada tres personas conviven dos perros", reveló un censo realizado en dos comunidades rurales de Santiago del Estero. Pero además del número incide la edad.
"Como las mascotas rurales sólo viven, en promedio, unos tres o cuatro años, son inmediatamente reemplazadas por un ejemplar más joven, que tiene mayor competencia como reservorio", describe Gürtler, al tiempo que subraya: "Desde el punto de vista de la transmisión, si la casa tiene vinchucas, el reemplazo de un animal adulto infectado que se muere por un individuo joven es peor, porque este último muy pronto contraerá la infección y se hallará en plena fase aguda o superinfecciosa. En tanto, el que acaba de morir era un infectado crónico que tenía ya atenuada la cantidad de parásitos en la sangre".
¿La mascota infectada puede contagiar al hombre? "La transmisión de perros y gatos a humanos en forma directa es muy difícil a menos que la persona entre en contacto con sangre o con secreciones de un animal en una etapa temprana de la infección", destaca.
Una de las maneras de combatir esta situación es a través del uso de insecticidas. "Si se exterminan las vinchucas de las casas durante cinco años prácticamente se elimina al 75% de los perros infectados y al 100% de los gatos infectados que había antes de la aplicación de insecticidas", indica. En todos los casos hay que evitar que los animales domésticos convivan en el interior de la vivienda junto con los pobladores.
Paliativos existen, pero el tema presenta un trasfondo mayor, que no oculta Gürtler: "Pretender que se solucione definitivamente el problema del Chagas con unas pocas aplicaciones de un poderoso insecticida es desconocer la naturaleza endémica del problema. Es fácil obtener un éxito inmediato en la lucha contra las vinchucas. Lo que es difícil es consolidarlo y hacerlo permanente, porque las propias condiciones de pobreza estructural, con vivienda precaria y un sistema de salud rural ausente o débil en las zonas afectadas, determinan que el problema se repita una y otra vez".
Las estadísticas demuestran que hasta ahora ganan las vinchucas. "En América latina, actualmente entre 10 y 18 millones de personas estarían infectadas", concluye Gürtler.
Centro de Divulgación Científica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA
Por Cecilia Draghi Para LA NACION
Herramientas de control
"Una herramienta de control promisoria fue colocarles a los perros collares impregnados con insecticidas de liberación lenta, que eliminan gradualmente a las poblaciones de vinchucas. También son muy útiles las pruebas de diagnóstico rápido, que permiten identificar a los perros infectados en diez minutos", señaló Gürtler sintetizando dos estudios realizados en colaboración con investigadores británicos y publicados recientemente en el American Journal of Tropical Medicine and Hygiene y en el Journal of Clinical Microbiology.
http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=863014
LA NACION 29.11.2006 Página 14 Ciencia/Salud

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