Preocupa la presencia en el país del virus del Nilo occidental

Ya se produjeron cuatro casos en Córdoba y en el Chaco

Puede causar cuadros graves y hasta este año no había sido aislado en la Argentina
El insoportable asedio de la multitud de mosquitos que invadió esta semana la ciudad de Buenos Aires, producto de la lluvia y del calor estacionales, no es justamente lo que más preocupa a las autoridades sanitarias argentinas. Lo que sí ha puesto en alerta es la presencia en territorio nacional de un nuevo y temido visitante: el virus del Nilo occidental, que es transmitido por mosquitos y puede causar infecciones potencialmente mortales.
Hasta este año, ese virus nunca antes había sido detectado en la Argentina. En los Estados Unidos, donde fue aislado por primera vez en 1999, el virus del Nilo occidental o West Nile Virus causó desde entonces más de un millar de muertes.
A comienzos de semana, el Departamento de Epidemiología de la ciudad de Córdoba confirmó que en marzo último, un hombre de 58 años, residente en la ciudad de Marcos Juárez, provincia de Córdoba, contrajo una infección por este virus que puede causar cuadros severos de meningitis, encefalitis y meningoencefalitis.
En diálogo con LA NACION, Pablo Orellano, de la Dirección de Epidemiología del Ministerio de Salud y Medio Ambiente de la Nación, informó que "los casos de infección en humanos por virus del Nilo occidental fueron cuatro. Uno en Córdoba y otros tres en la provincia del Chaco. Los cuatro pacientes evolucionaron bien, y no se registró ningún caso de muerte o de secuelas".
"Ninguno de los casos es reciente: todos se produjeron entre febrero y mayo de 2006", agregó Orellano, que explicó que la confirmación de que los casos fueron causados por el virus del Nilo occidental llegó "hace un mes, porque hasta ese entonces no contábamos en el país con técnicas de laboratorio" que permitieran diagnosticar en humanos la infección.
Ya en abril, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) había confirmado que la muerte de dos caballos de raza ocurrida en febrero en San Antonio de Areco, provincia de Buenos Aires, había sido el resultado de una infección por virus del Nilo occidental.
"Hubo otro caso en el Hipódromo de San Isidro, con un caballo proveniente de la provincia de Entre Ríos", dijo a LA NACION el doctor Alfredo Seijo, jefe de zoonosis del hospital Muñiz, que agregó que es muy probable que hayan ocurrido otros casos que, por no afectar a caballos de raza, hayan pasado inadvertidos.
Aves migratorias
"Con el virus del Nilo pasó lo que se suponía que iba a suceder: que las aves migratorias lo trajeran de Estados Unidos al hemisferio sur, pues ya se habían detectado aves migratorias con indicios serológicos del virus", dijo el doctor Seijo.
Como explica un informe del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, según sus siglas en inglés), de los Estados Unidos, "los mosquitos que son portadores del virus del Nilo occidental se infectan cuando se alimentan de pájaros infectados, y transmiten luego el virus cuando pican a los seres humanos y a otros animales".
¿Cómo se manifiesta la enfermedad? "El 80% de los pacientes infectados presenta cuadros asintomáticos y el resto presenta síntomas leves similares a los de una gripe. Sólo uno de cada 150 pacientes infectados puede desarrollar un cuadro severo de meningitis, encefalitis, meningoencefalitis, que a veces puede causar la muerte", explicó el doctor Horacio López, profesor de Infectología de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
En cuanto a la prevención, señaló el doctor Seijo, "en la actualidad no contamos con vacunas para prevenirla. La única medida individual de prevención es el uso de repelentes y de mosquiteros para evitar las picaduras. En cuanto a la fumigación, esta medida tiene una recomendación bastante restringida, ya que sólo se utiliza cuando ya han ocurrido varios casos y se está ante la posibilidad de un brote".
Esa posibilidad, en nuestro país, todavía es incierta. Ya que desde mediados de año no se han producido nuevos casos. "Lo que es preocupante es la dispersión geográfica de los casos, que no están asociados y que hablan de focos independientes", dijo Orellano, y aclaró: "No estamos en una situación de emergencia, pero sí estamos atentos en la vigilancia".
Orellano contó que el Ministerio de Salud, a través del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas de Pergamino, está proveyendo a las provincias de los reactivos que permitan un diagnóstico rápido de la enfermedad, mientras planea llevar adelante un estudio de campo sobre el ciclo de vida del virus.
Vale la pena estar preparados si, como supone el doctor Seijo, "es lógico pensar que el virus del Nilo llegó para quedarse".
Por Sebastián A. RíosDe la Redacción de LA NACION
http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=871760
LA NACION 31.12.2006 Página 18 Ciencia/Salud

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